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jueves, 26 de julio de 2018

El sol Gris



Cuando era adolescente amaba los días de lluvia, los días grises que se veían por los grandes ventanales de casa, era romántica y no me daba cuenta que la vida no era así ni lo sería nunca hasta que te conocí.
Fue un momento de coincidencias, de fantasía, de realidades y de conocer el amor sin medida como es cuando se ama de verdad, con locura, sin medida.
No te gustaban los días grises y te amparabas del frío y de las tormentas en nuestro amor,  con caricias profundas y que conocían un fnal  y la alegría del encuentro intenso, mágico y en ese momento éramos los únicos en un mundo de mentira que estaba fuera de las paredes que nos amparaba de él,  pero en un mundo auténtico que nos entrelazaba, que era nuestro y nos perdíamos para recorrerlo como nosotros sabíamos y nunca olvidábamos el secreto de vivirlo...fue amor...fue amor...
Un hijo que perdí  y nunca te lo dije para que no sufrieras como yo, promesas de vernos toda la vida que no se cumplieron y un cariño fuerte con sabor a extrañarte que me hacen insoportables los días como hoy.
Sabés que te quise, sé que me quisiste más de los que te diste cuenta pero faltó más para creer lo importantes que éramos en la vida del otro. Un sol gris que se apagó con las tormentas, tantas, que paso sin vos.  
Te amaría tanto, con sol, con lunas, con esa pasión que se despertaba cólo con vernos y tocarnos...