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domingo, 26 de febrero de 2012

"Cartas a mi hijo" Lord Chesrterfield



"La cultura se adquiere leyendo libros; pero el conocimiento del mundo, que es mucho más necesario, sólo se alcanza leyendo a los hombres y estudiando las diversas ediciones que de ellos existen"



Lord Chesterfield 
Jorge E. Pereira

Me pregunta un lector que quién ....  era ese personaje que menciono en un artículo titulado "Urbanidad y Protocolo", el tal Lord Chesterfield. ¿Tuvo algo que ver con la industria del tabaco?, me agrega el inquisidor lector.

Lord Chesterfield (1694-1773), Philip Dormer Stanhope, el cuarto Earl de Chesterfield, fue un escritor, político, diplomático que tuvo numerosas posiciones de alto rango para el Imperio Británico. Las cartas que escribiera a su hijo han sido recopiladas en libros que aun se reproducen y venden. Son una fuente inagotable de sabiduría. 

Las ingeniosas frases de con sabios consejos de Lord Chesterfield a su hijo para triunfar en la vida, siguen siendo la base para las normas de protocolo y de convivencia, que nos permiten vivir un poco mejor en sociedad. Son principios que han permitido a unos pocos humanos, alejarse de las selvas tropicales y de cemento, para vivir en comunidad. Es triste ver que esos sencillos y simples principios se hayan olvidado o no se practiquen.

No es necesario agregar mucho a lo que dijo Lord Chesterfield. Reproduzco algunas pocas de cientos de sus frases, las cuales son tan claras y transparentes que no necesitan mayor explicación:
"Los buenos modales sirven de adorno al conocimiento y le abren paso a través del mundo."

"La gente odia a quien le hacen sentir su propia inferioridad."
"Nunca parezcas más sabio que la gente que está contigo. Guarda tu conocimiento como un reloj de bolsillo y mantenlo escondido. No lo saques para contar las horas, pero da la hora cuando te la pregunten."
"La cultura se adquiere leyendo libros; pero el conocimiento del mundo, que es mucho más necesario, sólo se alcanza leyendo a los hombres y estudiando las diversas ediciones que de ellos existen".

"La ciencia es para nosotros en la vejez un cómodo refugio pero si no la plantamos de jóvenes, no nos dará sombra cuando seamos viejos."

"Lo único que deseo para mi entierro es no ser enterrado vivo."

"La vejez no mejora el corazón: lo endurece."

"Habrá amigos que nos declaren sin reservas nuestras faltas y, sin embargo, no se decidirán a hacernos mención de nuestras locuras."
"Si te propones mandar algún día con dignidad, debes aprender a servir con diligencia".

"La profundidad de los políticos rara vez pasa de la superficie".

"El ingenio es un don celestial bien inútil: lo que hace falta es razón, buen sentido, cordura y juicio".

"La pereza es el único refugio de los espíritus débiles".
"Habla con tus inferiores sin insolencia".

"Pese a que estés seguro, muéstrate dudoso



"...Cartas a su hijo' definía Lord Chesterfield la urbanidad como «el resultado de mucho buen sentido, cierta dosis de buen natural, y algo de abdicación de sí en beneficio de los demás». Es decir, una mezcla de talento («buen sentido»), de virtud social («abdicación de sí») y de forma del carácter («buen natural»). A falta de este último, los que sufren de minusvalías comunicativas pueden recurrir a los otros factores. Pero eso no es fácil en una época donde inexplicablemente han quedado postergadas, cuando no abolidas, las reglas de la buena educación. Hoy no es nada extraño encontrarse con gente culta que no sabe cómo dirigirse a los familiares de un difunto para transmitirle su pesar. Podemos topar con personas instruidas que olvidan dar las gracias cuando reciben un regalo, o a las que resulta embarazoso decir a otro unas palabras de elogio...."

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