
No podía ni quería pedir más…llegaba al éxtasis una y otra vez…me sentía plena, placer, amor, pasión…una entrega desmedida de amor…se me acababan las fuerzas y nuevamente se encendían, qué manera de amar y sentir y desear…su amor despertaba en mí insaciables sensaciones, no podíamos ni queríamos dejarnos de amar, la sorpresa y la imaginación creaba en nosotros un estado de climax inabordable al que sin embargo llegábamos con solo tocarnos y sentirnos. Un deseo, una razón, un sentimiento…ser suya una y otra vez...nuestros cuerpos y mentes se diluían, se aquietaban para luego amarnos incansablemente… algo nos unía, momento a momento…nuestra infinita capacidad de amar… el deseo generaba más deseo… por momentos mi cuerpo se escondía en el suyo y luego trataba se escaparme de sus brazos en la inmensidad de la noche, aumentando su deseo de poseerme…era entonces cuando mi cuerpo pedía más, a la completa saciedad se sumaba más deseo, el sólo rozar nuestra piel encendía más fuego, más pasión, más deseo…no llegaba el final, el tiempo transcurría y nuestros cuerpos entrelazados se buscaban con desesperación para encontrarse en un mundo de caricias y deseos, ése mundo en que queríamos vivir con la inagotable inspiración para amar que sólo conocen los amantes…pero el tiempo pasó y con él el final; algo pasó, no sé bien qué pero algo pasó y no lo vi más.
Me queda algo por completar, por rescatar, lo siento así…pero lo único que puedo hacer es volver a ese lugar, a esa habitación y tratar de encontrar en ella todas las respuestas que no tengo, las razones de por qué no pudo ser y sobre todo sentir las emociones que allí quedaron, decir lo q no dije y tratar de escuchar las palabras que no escuché…es solo lo que puedo hacer.
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