La sabiduría es la habilidad desarrollada a través de la experiencia, la iluminación, y la reflexión para discernir la verdad y el ejercicio del buen juicio. Muchas veces está conceptualizada como un desarrollo avanzado del sentido común. La mayoría de los sicólogos y sicoanalistas se refieren a la sabiduría como un concepto distinto de las habilidades cognitivas medidas a través de pruebas de inteligencia. La sabiduría tampoco se puede enseñar, sino que se desarrolla fundamentalmente a través de la experiencia, y en la práctica está asociada con la virtud de la prudencia. De esta forma se la asocia con personas que llevan una larga vida. Es así como la sabiduría es considerada tanto por la cultura, la filosofía (de hecho viene de "filo", que es amigo o buscador, y "sofía", que en griego es sabiduría) y la religión como una virtud, la cuál permite ser utilizada para promover el bien común, más allá de la propia satisfacción personal.
Más allá de la experiencia, mencionada en el párrafo anterior como condición para desarrollar la sabiduría, las distintas corrientes filosóficas de la historia plantean distintas vías para alcanzarla. Los antiguos filósofos griegos relacionaban la sabiduría con el coraje y la moderación. En los diálogos del filósofo Platón, se la menciona como conocimiento del bien y el coraje para actuar consecuentemente. En la Iglesia Católica en tanto, se la asocia con la justicia, el coraje, y la moderación, como una de las cuatro virtudes cardinales. Los holísticos en tanto, sostenían que las personas sabias eran aquellas que se alineaban con la naturaleza del universo. Por otro lado, en la filosofía oriental, el filósofo Confucio sostenía que se podía aprender de tres métodos distintos: la reflexión (la más noble), la imitación (la más fácil), y la experiencia (la más amarga). Buda en tanto afirmaba que la virtud de la sabiduría consistía en tener una buena conducta del cuerpo, así como buenas conductas verbales y mentales. Lo más interesante de ésta filosofía es que se plantea que las personas sabias hacen acciones que no son placenteras pero que dan buenos resultados, y no hacen acciones que por más que sean placenteras producen malos resultados. En la filosofía taoísta se afirma que la sabiduría consiste en saber qué decir y cuándo decirlo.
Más allá de la concepción que tienen de la sabiduría las distintas corrientes filosóficas, es indudable decir que es un pilar fundamental para el desarrollo espiritual del hombre, y que por lo tanto es necesaria practicarla y ejercitarla para así poder desarrollarnos como mejores personas.
Un ejmplo de sabiduría tan antiguo como Platón y que aún no sabemos aplicarlo (me incluyo...)
Infinidad de besos...
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