Hoy, después de tanto tiempo regresé a mi blog.
Supongo que
nos pasará a todos los bloggeros que tenemos etapas de extroversión y otras que nos detenemos a mirarnos hacia adentro.
El que no escribe en un blog, no se da
cuenta del compromiso que implica ya que a veces queremos expresar lo que
tenemos dentro y no podemos. Le pasa a
los grandes escritores que viven algunos momentos de sus vidas tratando de
lograr que la inspiración de aquello que realmente les interesa escribir
llegue a sus almas. Imagínense a incipientes cibernautas, que alguna vez se
largaron a esta aventura...y me estoy refiriendo exclusivamente a mí...
Luego de esta introducción me gustaría contarles que pasó en mi vida en estos
meses.
He trabajado en propuestas nuevas, por fortuna he viajado por un período no muy largo, he pensado mucho en ustedes y sinceramente, extrañé este
espacio de cada día de aquella etapa de mi vida.
Me he cuestionado seguir
escribiendo o no...he tratado de crecer pero cuánto duele...no logré mejorar
aspectos míos que no me gustan pero sí tuve una constante, la de
siempre...traté de vivir con intensidad cada momento, cuando pude hacerlo.
Ustedes pensarán que no descubrí la pólvora y es verdad, no la
descubrí ni sé si algún día llegue a descubrirla pero sí reafirmé mi posición: no es
bueno estar tan atento a la opinión de los otros y que me equivoco y mucho pero si el sentimiento existe nunca va a desaparecer ni disminuir. Y en este punto, me di
cuenta que personas que creía incondicionales no lo son y descubrí el cariño
sincero de otras que no había advertido.
En resumen, me dí cuenta que de nada vale
exigirse mucho cuando no se puede, que el respeto por y de los seres queridos no
puede faltar pero si tantas veces nos han faltado o no nos tuvieron en cuenta,
si alguna vez nos pasa, no es para alarmarse...sí para estar atentos y no
permitir que se reitere. Me di cuenta también que no somos indispensables en la vida de
nadie, sólo somos importantes para quienes nos aman y sí, somos absolutamente
necesarios para nosotros mismos por lo que no debemos dejar de cuidarnos. En fin, más que nada valoré la importancia de advertir la finitud del tiempo y de hacer lo que a uno le gusta, por esa razón regresé a ustedes sin olvidar el
horizonte de la vida, inspirador, enriquecedor y sin límites..
Gracias a ustedes por estar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos tu comentario con agrado...