Hay tanto por preguntar a la vida ¿el tiempo alcanzará?
Si hablamos de relaciones humanas, que tanto interesan, mayormente, por la dificultad del encuentro, creemos que la mayor inestabilidad nuestra se ensambla en un círculo del que a veces es difícil salir, porque día a día lo alimentamos con nuestras contradicciones y el círculo se retroalimenta y gira sin descanso y nos encierra dentro suyo y dentro nuestro.
Casi sin darnos cuenta, al conocer a alguien, nos zambullimos en su historia y en circusntancias que damos atrapados sin salida, también en las nuestras; y eso es así, más allá del permiso implícito que se de para entrar en alma de cada uno.
Creemos que podemos amar y no nos damos cuenta que muchas veces no estamos aún capacitados, tal vez porque un amor terminó y aún duele, tal vez porque amamos un imposible o aún siendo posible, los caprichos de la vida nos invaden, y nos mimetizamos con ellos y sin darnos cuenta "inventamos" estrategias....¿estrategias para amar? Sí, estrategias para amar...ser indiferente al otro y lo más grave a nuestro sentir, por miedo a volver a sufrir, no mostrar como somos, ni exteriorizar nuestro nuestro dolor...no nos damos cuenta que amar es el acto más puro de dar y darnos en el amor, para lo cual tenemos "que vaciarnos" para volver a rmpezar...
El corazón no tiene más lugar que para una sola persona cuando se ama, porque necesita dar sin limite, sin los limites de los recuerdos ni de tristezas. Vivir es un acto de renovación constante, de tranformación, transmutación; y no hay nada más hermoso que diluir nuestras falencias en el otro, para que sean sanadas en la comunión del amor, en cualquiera de sus manifestaciones, para que seamos transformados y vivir así la perfección de sentir, y pintar nuestro sentimiento, recrearlo... nacer, siempre volver a nacer..
Sin embargo escapamos sin saber a donde, trás máscaras y tapamos nuestro interior que es lo más bello que podemos obsequiar. Aún con miedos, decepciones, heridas, dudas y nuestras propias limitaciones, aún así es infinitamente necesario para comunicarse y conocerse porque además reflejamos y transferimos al otro nuestros propios temores, porque a veces pesan más que la alegría sin ver en las aguas puras y cristalinas la transparencia y la profundidad del sentimiento ni el movimiento del cauce da la vida, que podrían orientarnos al camino del encuentro, si ayudamos a llegar.
No más barreras ni muros, ni armaduras, somos puros por naturaleza y nuestras almas desean entrelarze, porque más allá del designio de Dios, nuestras almas permanecerán unidas...todas las que fueron nuestras... cuando el corazón no tenga ya cabida para más. Entenderlo así, sería un buen comienzo...
Todos los besos...
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